Lluís Vilalta es terapeuta de pareja y de familia (espaisistemic.net) y utiliza un enfoque sistémico en sus sesiones terapéuticas, es decir, cree que no hay culpables individuales en una situación determinada, sino que la familia es un sistema y cada miembro juega un papel clave que afecta al resto de los miembros. Si una pieza falla repercute en el resto de piezas; la clave está en las relaciones e interacciones y no tanto en las piezas individuales. O dicho de otra forma, si el niño o niña tiene una conducta conflictiva posiblemente es un síntoma que refleja el mal funcionamiento del sistema: hay que 'arreglar' el sistema y no el niño o niña.
Hay tres ideas clave que creo que merece la pena señalar:
- "El niño tiene dos pierna y si una falla irá cojo por la vida" según Lluís Vilalta. Cada pierna representa a uno de los padres y si uno le falla como referente, porque no está presente o porque no le da el afecto o el apoyo necesarios, al niño le faltará algo e irá cojo. Esto tendrá consecuencias en su vida que pueden manifestarse de muchas formas distintas: mal comportamiento, hiper-actividad, agresividad, drogas, depresión. Lo deseable es que los dos padres estén ahí, actuando como un equipo (aunque estén separados), dándole amor y siendo un referente positivo. El niño tiene que notar que sus padres están ahí para él y eso le dará la confianza y la seguridad necesaria para que mire hacia el futuro y de un paso al frente en lugar de estar pendiente del pasado o de las distracciones/deficiencias que hay en la familia.
- El requisito principal para que los padres actúen como un equipo en la formación de los hijos es la COMUNICACIÓN. Los padres deben tener una comunicación fluida y abierta y es esencial primero ENTENDER al otro y después, en segundo lugar, HACERSE ENTENDER. Primero hay que escuchar y preguntar y después hablar y dar la opinión. Si no hay una buena comunicación, la relación se resiente, aparecen tensiones y malentendidos, y los objetivos ya no están alineados,
- Los otros dos requisitos básicos son el RESPETO, es decir, no contradecir al otro en frente de los hijos, y poner límites en la relación con los hijos para tener un espacio de pareja y que la relación no se debilite. A continuación la lista del resto de requisitos que han salido durante la sesión: humildad (para evitar la soberbia), aceptación del otro (para evitar la lucha y la resistencia), agradecimiento (para no estar en la queja constante), y también, confianza, cooperación, consenso, conciencia de equipo, optimismo, organización, generosidad, compromiso y motivación mutua.
En resumen, los padres juegan un papel clave en la educación de los hijos, pero más aún, tienen un papel fundamental en la formación de su personalidad y en darle la seguridad y confianza suficientes para vivir una vida autónoma y sana. Los padres deber ser una palanca para que el niño vuele hacia su futuro y tienen que darle alas en lugar de ser un lastre que haga que el niño esté preocupado por la situación familiar.
Como dijo Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito, "Quererse no es mirarse el uno al otro, sino mirar en la misma dirección", y eso debería llevarnos a tener el objetivo común con nuestra pareja: educar a nuestros hijos como se merecen. Démosles alas! Yo he salido de la sesión motivado para ser mejor padre y espero que estas lineas te trasladen parte de esa motivación.