La felicidad sin fórmulas

Tengo en mis manos el libro «Viaje a la Felicidad» de Eduardo Punset que presenta la fórmula de la felicidad y me ha hecho recordar la conversación que tuve recientemente con mi buen amigo Xavi Pont que vino a visitarme a Sant Pol de Mar para ir a comer al restaurante Banys Lluís donde sirven una de las mejores paellas que he probado nunca. Sentados en la mesa con vistas al mar nos preguntamos: ¿Realmente existe la fórmula de la felicidad?.

Hay diversos libros, incluido el de Punset, que nos dan una receta para ser felices y cómo debemos actuar para lograrlo. ¿Son esas fórmulas efectivas? Creo que es interesante conocerlas para entender los distintos elementos que afectan a nuestra felicidad, pero igualmente creo que no hay fórmula universal que valga para todos porque cada uno de nosotros es distinto: cada uno tenemos nuestra personalidad, nuestras circunstancias y nuestra forma de vivir la vida. Un monje que vive en aislamiento puede ser muy feliz con su meditación, pero la fórmula del monje no funciona para mi y posiblemente tampoco funcione para ti.

Actualmente hay grandes avances en la ciencia de la felicidad; la neuro-ciencia, las psicología social y la psicología positiva, por mencionar algunas de las disciplinas, nos señalan múltiples actitudes, comportamientos y acciones que nos ayudan a ser más felices, pero lo que también debemos señalar es que no todos esos elementos son válidos para todos. Debemos escoger nuestro propio camino posiblemente distinto al de la persona de al lado. Yo propongo una felicidad sin fórmulas siguiendo el camino MECCE (iniciales de los distintos puntos del camino): 

  • M: Motivación por querer cambiar
  • E: Empoderamiento
  • C: Conocerte
  • C: Conocer la CAPA
  • E: Escribir tu propia fórmula

Antes de describir el camino MECCE, es importante señalar que la felicidad y la infelicidad no son parte de un mismo continuo; no son parte del mismo camino. Es decir, los elementos que te ayudan a dejar de ser infeliz, si los sigues aplicando, no te empujan a aumentar el nivel de felicidad. Primero debemos realizar un conjunto de actuaciones para dejar de ser infelices y después buscar actuaciones que nos impulsen hacia la felicidad. Si estás deprimido o has tenido un trauma, primero tienes que superar esa situación, y sólo después plantearte otras acciones que te lleven hacia la felicidad. Primero hay que centrarse en eliminar el malestar y después ya podemos buscar sentirnos bien.

El camino MECCE que se expone a continuación, no hay que entenderlo como un camino lineal en el que primero consolidas la M, después abordas la E y así sucesivamente. El camino MECCE expone los distintos puntos que debemos trabajar (quizás en paralelo todos ellos o con idas y venidas) para tener una base sólida sobre la que construir nuestra felicidad. Veamos cuáles son los puntos MECCE:

(1) Motivación por querer cambiar

Aumentar tu nivel de felicidad actual -para estar satisfecho con la vida y contigo mismo- requiere realizar algún tipo de cambio sea de tu actitud, tus comportamientos, tus acciones o tu forma de comunicar y eso no sucederá por generación espontánea sino que requiere decisión, determinación y trabajo. El cambio personal requiere esfuerzo y, si no hay una motivación que nos sirva de motor, acabaremos tirando la toalla y volviendo al status quo; volveremos a las actitudes y comportamientos de siempre. 

¿Qué te motiva a cambiar? En la entrada de mi blog titulada “La calidad de tu motivación” (haz click aquí para leerla) explico que la calidad de tu motivación se mide con la cantidad de sufrimiento que estás dispuesto a soportar para lograr tu objetivo. La motivación tiene diversos orígenes, pero el componente más potente de la motivación es el dolor que sentimos si no cambiamos; el dolor de seguir en el status quo. Decidimos cambiar cuando el dolor es insoportable: cuando nuestra pareja dice que nos dejará, cuando te sientes humillado o cuando no te gusta lo que ves en el espejo. A ti, ¿Qué dolor te empuja al cambio?.

(2) Empoderamiento personal
Una vez tienes la motivación por cambiar, y oyes esa vocecita interior que te dice que ‘debes’ cambiar, hace falta que estés convencido que el cambio es posible. Aunque digamos que vamos a cambiar, el subconsciente de muchos de nosotros piensa que en realidad el cambio no es posible; esa es la mayor fuente de fracasos al marcarse objetivos; en el fondo pensamos que no lo lograremos y eso nos quita la determinación, la persistencia y el empuje necesarios. He oido muchas veces estas frases de excusa: “Es muy difícil”, “Yo soy así” o directamente “Yo no puedo hacer eso”. 

Barack Obama lo vio claro y lo plasmó en su popular slogan: “Yes we can”. Debemos empoderarnos para el cambio y convencernos que tenemos los recursos y las capacidades suficientes para cambiar. Las estrategias para empoderarnos son diversas, desde la psicología a los libros de auto-ayuda, pero siempre se construyen sobre una auto-estima sólida.

(3) Conocerse a uno mismo
Lanzarte a hacer cambios en tu manera de vivir sin saber quién eres, ni conocerte a fondo, probablemente hará que surjan saboteadores internos que te hagan deshacer el camino andado. Quizás para ser más feliz querrás pasar más tiempo con tu familia o comunicarte de forma distinta, pero si tienes ciertas creencias o bloqueos emocionales, esos cambios acabarán requiriendo demasiada energía (porque estarás luchando contra una parte de tu ser) o directamente te sentirás incapaz de llevar a la práctica los cambios. Quizás lograremos realizar pequeños cambios, pero no podremos realizar cambios de calado. Conocerse pasa por entender y ahondar en: 

  • Tu personalidad y tu carácter
  • Tus patrones de actuación y comunicación (especialmente los que no te dan buenos resultados)
  • Tus valores y creencias
  • Los bloqueos emocionales que pueden existir escondidos en tu subconsciente

Conocerse a uno mismo es un largo proceso que empezamos a trabajar desde los 6 años y requiere tener la curiosidad de mirarse al espejo, hurgar en nuestro ser e incluso descubrir aspectos de nosotros mismos que no nos gustan o que nos provocan dolor. Este largo proceso de auto-descubrimiento, que algunos dicen que no se termina nunca, si bien no es sencillo, cada vez la ciencia pone más herramientas a nuestra disposiciñon: tests de personalidad y valores, evaluaciones 360º, cursos de PNL u otras técnicas o acudir a un psicólogo. ¿Te conoces bien?. Por ejemplo, ¿Sabes cuáles son tu creencias limitadoras y potenciadoras?

(4) Conocer los elementos de la CAPA
Antes de iniciar el camino del cambio personal en busca de un mayor nivel de felicidad, es muy recomendable conocer todo el abanico de acciones y actitudes que te van a ayudar a ser más feliz. He recogido en la CAPA de la felicidad todos los descubrimientos de la ciencia de la felicidad (algunos de ellos incluidos también en el libro de Punset) y los he organizado en cuatro áreas.

La primera C de CAPA significa ‘conocerse’, que queda unido al paso anterior en el camino MECCE, y aporta estrategias concretas para conocer nuestras emociones y saberlas gestionar de forma efectiva (ya que las emociones son una parte esencial de quienes somos y de como nos relacionamos con el mundo).

La CAPA de la felicidad engloba: 

  • C: Conocernos y saber gestionar las emociones,
  • A: Estar presentes ‘Aquí y Ahora’, saborear el presente y maximizar nuestra energía
  • P: Tener relaciones Personales cercanas, familia, altruismo
  • A: Auto-realizarnos con proyectos que nos motiven, sentido de la vida

Cada una de estas cuatro áreas engloban múltiples elementos y en próximos artículos los iré presentando.

(5) Escribir tu propia fórmula
Una vez (1) te has decidido a cambiar, (2) te sientes empoderado, (3) te conoces a ti mismo y (4) conoces los distintos elementos que te pueden ayudar a ser más feliz, ya estás preparado para escoger qué elementos, acciones y actitudes se ajustan a tu personalidad, inquietudes y circunstancias. Ahora ya estás preparado para escribir tu propia fórmula de la felicidad. Aunque posiblemente muchos de nosotros no haremos el ejercicio literal de escribir una fórmula, si que tendremos una lista de todos aquellos aspectos que deseamos trabajar.

Llegados a este punto, hay que decir que definir tu formula no es el final del camino, sino más bien el inicio. Ahora falta aplicarla, refinarla, volverla a probar y acabar de descubrir qué funciona realmente para nosotros. Ahora bien, aunque escribir al fórmula sea sólo el inicio, si has seguido el camino MECCE, estarás en un muy buen punto de partida para hacer cambios sólidos y duraderos que serán realmente efectivos y te acercarán a tu felicidad.

​Para terminar …
Estás al final de este artículo y quizás estarás pensando «Vale, vale, yo tengo que escribir mi propia fórmula, pero ¿Cuál es la fórmula de la felicidad que propone Punset?«; ¡Quiero conocerla!! Para que no te quedes con el gusanillo cierro estas líneas con su fórmula: 

Si quieres entender el significado de su fórmula puedes leer el libro de Punset o el libro que publicaré próximamente que, como no, se titula «La CAPA de la Felicidad».

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