Conocí a Carlos en esta etapa de su vida cuando se planteaba dejar su trabajo para quizás ir a vivir a África y estar cerca de los leones. Inicialmente yo le animé a perseguir su sueño porque, le dije, “Nunca es tarde para hacer lo que realmente te apasiona en la vida”. Sin embargo, cuando la conversación avanzó le pregunté qué había hecho hasta el momento para acercarse a su sueño: ¿Viajaba a Africa los veranos? No! ¿Iba al zoo con frecuencia? No! ¿Era voluntario en alguna organización para acercarse a los animales? No! ¿Escribía un blog o publicaba videos sobre felinos? No! Estas simples preguntas le hicieron darse cuenta de que en realidad ese sueño era una fantasía; en realidad no estaba dispuesto a esforzarse, trabajar y sacrificarse para acercarse a su sueño.
¿Cuál es tu sueño? ¿Qué estás dispuesto a hacer para lograrlo?