La mejor manera de aprender: experimentar

Ayer los niños de la clase de P4 de la Escuela de Sant Pol de Mar me recordaron cuál es la mejor manera de aprender: practicar, experimentar y tocar. En muchas sesiones en empresas queremos formar a los participantes a base de teoría, pero los niños de P4 me han recordado que para aprender hay que practicar. Los niños pequeños no pueden aprender conceptos teóricos complicados porque no tienen la capacidad cognitiva para hacerlo ni tampoco la atención necesaria para enfocarse en un tema abstracto y por eso en las clases se aprende jugando (experimentando).

Esta pasada semana, a mi hija Laia le tocó hacer de «Detective» y durante cinco días dio pistas a los niños de su clase para que adivinaran qué llevaba en la bolsa del detective. Les costó pero al final adivinaron que se trataba de un imán. Como culminación de la semana, el viernes, mi mujer y yo, fuimos a la clase para explicarles algunas ideas sobre los imanes y, durante esa sesión, los niños nos enseñaron la lección: sino experimentamos no aprendemos!

Empezamos hablando de conceptos teóricos sobre la importancia de los imanes pero rápidamente quedó patente que no nos hacían ningún caso y que preferían mirar y jugar con los imanes de ejemplo que les habíamos traído y que tenía dibujos de ciudades de China a las que con frecuencia viaja mi mujer.

A partir de ahí decidimos cambiar de estrategia y empezamos a hacer actividades prácticas para transmitirles las 4 ideas básicas que queríamos compartir con ellos. Estos son los conceptos y las actividades que hicimos:

  • Los imanes se enganchan en el hierro. Actividad: tres voluntarios para pasearse por la clase y buscar objetos donde el imán se enganche. Probaron el espejo, los cristales, la pizarra, la pared, … hasta que uno se le ocurrió probar con el radiador! Lección aprendida!
  • Imán se escribe ‘IMAN’. Actividad: Un voluntario para escribir cada una de las letras de la palabra. Entre todos los niños tenían que elegir al voluntario que debía tener un nombre que empezara con la letra a escribir; los seleccionados fueron: Igor, Marina, Aniol y Nil.
  • La Tierra tiene un gran imán en su interior. Actividad: Preguntarles cual es el imán más grande que existe en el mundo y divertirnos con sus respuestas y seguir diciéndoles «aún más grande». Al final, dos voluntarios para salir a dibujar la Tierra con un imán dentro. Salieron dibujos muy clarificadores: una redonda (la Tierra) con un rectángulo en el interior (el imán).
  • Algunos pájaros tienen un imán/brújula en su interior que les sirve para orientarse. Actividad: un voluntario para señalar la puerta de la clase (esto era muy fácil), después le tapamos los ojos, le dimos unas vueltas y tenía que volver a señalar la puerta (ya no lo podía hacer; señalaba en otra dirección). Entonces otro niño hacía de brújula/imán y ayudaba al niño con los ojos tapados a señalar hacia la puerta. Aprendizaje: el imán ayuda a los pájaros a encontrar el camino.

Nos los pasamos muy bien y además todos aprendimos algo. El año que viene volveremos a la carga y estaremos mejor preparados para cuando vuelva a tocarnos hacer de detectives. Cuando quieras que tu audiencia o los participantes a tu sesión se lleven a casa un aprendizaje duradero, piensa qué actividad puede ayudarte a conseguirlo. Como me enseñaron los niños de P4, recordamos aquello que experimentamos.

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