7 segundos es el tiempo que necesitamos, según los expertos, para formarnos una opinión sobre otra persona. En el pasado nuestra vida dependía de ello porqué cuando se nos acercaba un homo-sapiens o un animal con dientes largos teníamos que decidir en unos instantes si nuestra vida corría peligro o si estábamos a salvo. A lo largo de la evolución hemos mantenido esta habilidad y nosotros, como presentadores, tenemos que tomar consciencia de la importancia de esos primeros 7 segundos y saber como actuar.
Algunos presentadores salen al escenario y se ponen a mirar el ordenador, miran la transparencia que se está proyectando, se suben los pantalones, se ponen la camisa por dentro el pantalón, se ponen el micrófono y entonces dicen «bueno, si os parece empezamos». En esos 7 segundos iniciales ya nos hemos creado una opinión sobre si es elegante, si se muestra seguro, si está nervioso y si será creíble lo que nos cuente.
Esta primera impresión puede ser equivocada y posteriormente la podemos cambiar y adaptarla a la nueva información que vayamos teniendo. Ahora bien, cambiar nuestra primera impresión costará bastante porque ya no se tratará de «crear una impresión» sino de «cambiar una impresión» y eso requiere suprimir unos circuitos neuronales para crear otros nuevos. Cuando realizamos una presentación en público es mejor crear una buena primera impresión que no crear una mala o regular y después intentar cambiarla cuando quizás solo tengamos 30 minutos para hablar.
Esta primera impresión la conforma nuestro subconsciente (el subconsciente de cada miembro de la audiencia) tomando la información de nuestros aprendizajes pasados. No se trata de una análisis racional sino de una valoración de sensaciones que realiza principalmente nuestro sistema límbico y que toma como base nuestras creencias: por ejemplo, «la gente sucia no es de fiar». Los 4 elementos que utiliza nuestro subconsciente para crearse la primera impresión son:
- la forma de vestir: viste con tejanos, con traje, con americana, lleva corbata, qué zapatos lleva, prendas modernas, ajustadas, de marca, camisa amarilla o azul?
- la apariencia física: guapo, feo, afeitado, con bigote, alto, bajo, piel blanca o oscura, tiene sobrepeso, manchas en la piel, tatuajes, dientes limpios, uñas largas?
- la forma de hablar: habla fuerte, flojo, de forma elocuente, rápido, lento, expresiones que usa, acento, mal hablado, tono pijo, no saber pronunciar la «r»?
- la forma de actuar y moverse: relajado, nervioso, mirada firme o esquiva, posición erguida, cabeza baja, gestos de seguridad, está serio o sonríe, es agradable?
Alguien me dirá «David, pero cuando yo doy una presentación la mayoría de las personas ya me conocen y ya tienen una opinión sobre mi y por tanto esos primeros 7 segundos ya no son importantes». Los 7 primeros segundos siguen siendo de gran importancia para mostrar a los oyentes que estamos seguros de nosotros mismos, que no tenemos nervios y que merece la pena escuchar lo que vamos a contar. Proyectar seguridad y credibilidad es crucial en cualquier presentación y ante cualquier público.
Los dos primeros elementos, la forma de vestir y la apariencia física, los trataré en otro post y valga aquí decir que tenemos que cuidar los detalles y pensar como nos va a percibir la audiencia en función de nuestra vestimenta y de nuestra apariencia. El tercer elemento, nuestra forma de hablar, no entra en juego antes de realizar una presentación en público porqué aun no hemos hablado. En este post quiero prestar atención al cuarto de los elementos: nuestra forma de actuar y movernos.
La audiencia se empieza a fijar en tu forma de actuar y moverte desde el momento que estas al alcance de su vista y eso posiblemente sea antes de subir al escenario. Si estás sentando en una mesa con otros ponentes, la audiencia ya se está fijando en ti y por tanto podemos decir que tu presentación ya ha empezado aunque aun no te toque hablar. En el supuesto que estés sentado entre la audiencia, el público se empieza a fijar en ti cuando te llaman al escenario y tu te levantas y empiezas a andar. Por eso, debes prestar atención a tu forma de sentarte, a tus expresiones faciales de aprobación o rechazo de lo que otros ponentes están diciendo y al resto de aspectos de tu lenguaje no verbal.
Es de especial importancia el momento en que subes al escenario porqué en ese momento todas las miradas van a estar puestas en ti y antes de empezar a hablar tienes que dominar los 7 segundos (los primeros instantes) para crear esa buena primera impresión. Mi recomendación es actuar de la siguiente forma:
- Subir al escenario andando con paso firme pero relajado y natural
- Dirigirse al centro del escenario para que todo el público pueda verte y tu les puedas ver a ellos
- Mantener una posición erguida y mostrarse seguro (no tímido ni esquivo)
- Mirar a la audiencia y sonreírles para mostrarles que sabes que están ahí; si la audiencia es pequeña, puedes mirar a cada persona y, si la audiencia es nombrosa, puedes mirar a las distintas zonas (delante-medio-detrás y derecha-centro-izquierda)
- Si conoces a alguien entre la audiencia le puedes saludar con la cabeza o con una mirada y una sonrisa más expresivas
- En el fondo se trata de hacer lo mismo que si te encontraras con un amigo por la calle: antes de hablar le mirarías y le sonreirías
- Tener el powerpoint apagado porqué quieres que toda la atención esté centrada en ti
- Además, tienes que asegurarte que todos los elementos de tu presentación ya están arreglados antes de que subas al escenario (la presentación powerpoint, las sillas bien puesta, el micrófono funciona y sabes como colocártelo rápidamente) para que puedas enfocarte a la audiencia
- No empezar a hablar hasta que toda la audiencia esté en silencio y te esté prestando toda su atención; hay que esperar el tiempo necesario para que todas las personas dejen de hablar, mirar sus papeles o su móvil y tengan la atención centrada en ti (esto puede llevar más de 7 segundos).
Felicidades! Si has seguido estos pasos ya has superado los 7 primeros segundos con éxito! Si has saludado a la audiencia con tu mirada, les has dado una sonrisa y te has mostrado seguro y natural habrás causado una muy buena impresión inicial. Ya has superado el test de los 7 primeros segundos!
Además, ahora que has esperado a que toda la audiencia esté en silencio y tienes toda su atención, ya puedes empezar a hablar. Pero ¿Cuales tienen que ser tus primeras palabras? Aquí empieza tu segundo reto! Tienes 30 segundos para captar la atención de la audiencia! En un próximo post expondré las 8 formas que tienes para hacer un inicio impactante que te diferencie del resto de ponentes y que deje a la audiencia queriendo escuchar lo que vas a decir a continuación.
Extracto del libro «El árbol de la comunicación» de David Sagristà